Sólo deseo tener tiempo
para ver de vez en cuando
una puesta de sol,
y sentir cada tanto
la calidez de las palabras
de un amigo.
Sólo deseo tener un tierno abrazo
antes de cerrar mis ojos y dormir;
y mostrarme tal cuál soy
sin rodeos ni vueltas.
Sólo quiero un mundo de paz
para entregárselo a mis seres queridos,
y, a veces, poder detenerme
sin sentir tanta responsabilidad.
Sólo desearía que todo fuera más simple.
Allí está la felicidad, en lo pequeño
que podemos hacer todos los días,
en lo sencillo y cotidiano
que puede hacernos enormemente felices.
Autora: Veronica R. Marengo
Os he puesto este poema porque me ha encantado, y al leerlo lo he sentido mio. Porque parece que esas ideas formen parte de mis sentimientos y mi forma de ser, pero no he sido capaz de plasmarlas, como ella lo ha hecho.
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