lunes, 18 de enero de 2010

Porque más es menos

Hola a tod@s. Hace dos o tres meses fuimos informados del cambio de dirección en rtve, la tele publica, la de todos los españoles. Me llevé una gran sorpresa y tal vez decepción al ver que el elegido había sido un alto cargo en tiempos de dictadura y claramente afin a pocos cambios, tal vez por su edad, ya es octogenario. Yo desconozco si el, ha participado en todos los cambios realizados en la cadena, pero vaya vaya con el atún y la caballa. Da gusto sentarse a ver una peli sin anuncios, emiten más programas culturales, documentales de naturaleza, paisajes, viajes por el mundo, diferentes formas de vida y formas de expresión. Para mi, rtve está creciendo, y puede ser un gran instrumento para intentar remediar todo lo que se nos está yendo de las manos.
Anoche estuve viendo redes, el programa de Eduard Punset, dedicado a ciencía tecnología y al comportamiento humano. En esta ocasión Punset, entrevistaba a un famoso psicologo, Barry Schwartz, en relacíon a su libro titulado "Porque mas es menos". A groso modo, trata sobre un momento por el que pasamos todos, muchas veces a lo largo de cada día, "La elección". La paradoja de elegir, os iba a resumir la información que ví ayer y dar mi opinión, pero jamás, podría explicarme mejor que el propio autor, en esta entrevista, realizada por Mark Hurst, por eso os voy a copiar parte de un texto que he encontrado referente al tema, y si os interesa, a buscar vosotros más jajajajaja.

Por Mark Hurst
Barry Schwartz, el autor de "¿Por qué más es menos? (Taurus Ediciones, 2005), un libro excelente, es profesor de psicología en Swarthmore College, y un conferenciante de Gel 2005.

Q - ¿Qué es la "paradoja de la elección"?
Todo el mundo está de acuerdo en que el hecho de tener elección es mejor que no tener elección. Parece evidente que si tener elección es bueno, entonces tener más opciones será mejor. La paradoja es que esta "evidencia" en realidad no es cierta. Resulta que llega un punto en el que a más posibilidades de elección, peor se sienten las personas.
La gente no puede hacer caso omiso de las opciones - tiene que prestarlas atención. Si hacen una elección, ¿hubiera sido mejor otra opción? Hay más esfuerzo en la toma de decisiones, y menos en el disfrute de las mismas. Les queda la duda de que, si hubieran elegido de otro modo, podrían haber obtenido algo mejor.
Os voy a contar una historia desde mi propia experiencia. Mientras estaba de vacaciones en un pequeño pueblo en la costa de Oregón, fui a comprar vino para la cena. Tenía que comprar el vino en una tienda que sólo tenía cinco variedades, y escogí uno. No era un gran vino, pero a nadie le importó - ¿qué vas a esperar cuando sólo hay cinco opciones? En Manhattan, hay 20.000 opciones, así que es razonable esperar encontrar algo prácticamente perfecto. Pero incluso si se encuentras uno que es mucho mejor que cualquiera de la tienda de Oregón, al final te quedas decepcionado - porque tus expectativas han subido con tantas opciones.

Q - ¿Cuál es el alcance de la paradoja de la elección?
Está casi generalizada, y en más ámbitos además de en el mundo de bienes de consumo. Simplemente considera estas opciones: Dónde ir de vacaciones, dónde colocar los fondos para tu jubilación, qué cámara digital comprar, qué comer en el restaurante, en qué restaurante comer. No hay, en las sociedades opulentas, un area en la que la cantidad de elecciones no sea abrumadora. La única excepción es la política electoral americana. Esta es otra paradoja. Puedes elegir entre un millar de variedades de zumo de naranja, pero sólo entre dos candidatos presidenciales. No debería ser así.
Q - ¿Y además de los bienes de consumo?
Soy profesor de estudiantes con mucho talento en Swarthmore. Cuando se acerca la graduación, cuando tienen que decidir qué ser "de mayores", observo como un completo pánico y parálisis les supera a muchos de ellos, porque se dan cuenta de que cualquier elección que hagan cierra a su vez otras puertas que les gustaría mantener abiertas. Hay una perdida de oportunidad asociada a cada decisión. Es tan difícil para algunos de ellos decidirse, que se pasan años trabajando en Starbucks, esperando que surja la respuesta.
También en su vida personal - ¿se deberían casar ahora o más adelante, tener hijos ahora o más tarde? Ninguna de estas opciones eran reales cuando yo estaba creciendo. No es que no hubiera elecciones -, pero la expectativa era tan clara, que se podría de hecho tratar como ausencia de decisiones. Estaba la pregunta de con quién casarse, pero no la de si casarse o no, y tenías hijos tan pronto como podías. Esto eliminaba una enorme cantidad de presión.
Algunos investigadores de ciencias sociales dicen que una de las consecuencias de dejar opciones abiertas es que la gente está menos satisfecha con sus decisiones, si una decisión es irreversible, te obligas a ti mismo a sentirte mejor sobre la elección que has hecho. Pero si se trata de una opción reversible, no haces eso. No devuelves a la tienda a tu pareja romántica pero justamente porque podrías hacerlo, no te convences de que ella es el amor de tu vida. Si la gente sabe que puede deshacer sus opciones, obtiene menos satisfacción de ellas. La gente quiere mantener abiertas sus opciones. Y ese no es el camino a la felicidad.
Lo que más importante, es aprender que "lo suficientemente bueno es suficientemente bueno". Es lo que yo llamo "satisfactorio" en el libro. No necesitas lo mejor, probablemente nunca lo necesitas. En raras ocasiones, vale la pena luchar para encontrar lo mejor. Pero en general se hace la vida más fácil si te quedas con lo "suficientemente bueno". No tienes que hacer una búsqueda exhaustiva - sólo hasta que encuentras algo que se ajusta a tus standards, que podrían ser altos. Pero la única manera de encontrar lo mejor es buscar entre todas las posibilidades. Y en ese caso te terminas dando por vencido, o si eliges una, te incomodará la posibilidad de que podrías haber encontrado algo mejor. Tenemos evidencia, por cierto. Las personas que están tratan de encontrar los mejores puestos de trabajo ("maximizadores") se sienten peor que las personas que se conforman con lo suficientemente bueno. Lo hemos observado durante y después de la universidad. A los maximizadores les fue mejor financieramente - encontraron sueldos iniciales de hasta $7,000 más que el de los satisfactorios. Pero en cualquier otra medida - depresión, estrés, ansiedad, satisfacción con su trabajo – los maximizadores se sentían peor.
Lección número dos: aprender cuándo elegir. A veces. A veces no elegir. Compra lo que te dice tu amigo, o un informe de consumidores, o la guía Uncle Mark, que te dice qué comprar. Estaría bien que todo el mundo tuviera un amigo como Uncle Mark. No necesitas seguir sus consejos acerca de todo - sólo en algunas cosas, y no tendrías que elegir todo el tiempo.

Lección número tres, compara lo que tú estás haciendo con otras personas que están haciendo menos. Algunas personas, no importa cuán buenos sean su resultados, se comparan con gente que lo hace mejor. No lo hagas. En lugar de eso, crea el hábito de mirar en que agradeces tus decisiones en lugar de en qué estás decepcionado. Es casi obvio, es tan evidente, pero resulta que la gente no lo suele hacer. La mayoría de la gente sólo necesita práctica. En mi libro, menciono un ejercicio que se puede hacer todos los días: al final del día, en un bloc de notas que tengas en la mesilla de noche, escribe dos o tres cosas por las que estás agradecido. Pequeñas cosas: un buen artículo de periódico. La pasta maravillosa de la cena. Que tu mujer estaba especialmente atractiva con el traje que se ha puesto para ir a trabajar. Con el tiempo, las personas empiezan a encontrar cosas por las que estar agradecido más a menudo, y van por la vida más felices, con más energía, y con mejores relaciones sociales. No hace falta mucho para transformar la orientación de las personas, tan sólo prestar atención a lo que salió bien ese día. Así, cuando tomas decisiones, lo bueno estará más destacado, lo decepcionante se convertirá en menos destacado, y estarás más satisfecho con las decisiones tomadas.

Lección cuatro, limitar arbitrariamente el número de opciones que vas a considerar. Si tu amigo no elige la cámara digital por ti, entonces prométete a ti mismo que sólo mirarás en dos sitios Web y después pararás la búsqueda y tomarás una decisión, o comprarás la mejor opción en una tienda. Simplemente no vale la pena mirar en cada tienda, cada sitio Web. Con la práctica, la gente deja de incomodarse pensando que si hubieran mirado un sitio más lo habrían hecho mejor. En lugar de ello, da a las personas más tiempo para las cosas que son realmente importantes, que no son qué cámara digital comprar.
Vía: Goodexperience
Espero no haberos aburrido con este tocho, a mi me parece interesante y por eso lo he puesto. Estoy de acuerdo con este hombre, muchas veces si no tenemos problemas o estres, nos lo buscamos, cosas como una elección dificil tan continuamente nos desgasta y agota, llega a producir depresión clinica y a veces hay que decir que antes, cuando todo era peor casi todo iba mejor. Sin duda no siempre el progreso es tan satisfactorio para el estado animico de las personas, no siempre el tener más implica estar más agusto.
Tengo la experiencía de haber vivido algo parecido, en mi estancia de una semana en una ciudad realmente bonita del norte de Marruecos, Alhucemas, Jusscima según mi cuñao. Soy consciente de que se trata de una dictadura y eso es negativo, también es diferente cuando tu anfitrión es poli de allí. Pero la sensación de paz, de tranquilidad, de sosiego que viví allí paseando por sus calles, hablando con muchos vecinos fué increible. Una sensación solo comparable con mi niñez, donde todo era más real, más sencillo, más humano. He sido criticado abiertamente por muchos, por estos mismos comentarios sobre esas vacaciones en Marruecos, pero fué lo que sentí y lo que ví.
Saludos a tod@s. Viva tó, viva el mejor soldador de Europa (mi colega Manolo), que me dijo el otro día que entraba en el blog.

2 comentarios:

BLANCA LIBIA HERRERA CHAVES dijo...

ESTÁ GRATO ESTE RINCONCITO... ESTÁ GRATO...

UN ABRAZO...

Luisa Arellano dijo...

¿Pero es que nadie va a decir nada del pedazo tema que nos has puesto?... Está visto que andamos todos a la carrera detrás de un montón de metas y soportando el dolor de cabeza por las decisiones que debemos tomar :)

Entre tus reflexiones y el artículo que tan generosamente nos has copiado, no puedo menos que aplaudirte y decirte... que te entiendo a la perfección... yo muchas veces me imagino viviendo con lo básico disfrutando del sol, de toda la naturaleza, por un montón de libros, un lápiz y un cuaderno, rodeada de gente con esas mismas necesidades... y... sé que sería feliz, muy feliz.

Estoy estudiando y por tanto lejos de internet. Me escapo algún ratito para ver a los amigos especiales que me aportan sabiduría y calma, como tú. Tienes mi correo, para lo que necesites, si ves que tardo en asomar la nariz.

Un beso enorme.