martes, 22 de septiembre de 2009

ratonero bodeguero andaluz

En Jerez hay una raza de perro autoctona que se llama ratonero bodeguero andaluz. Es de complexión entre pequeña y mediana, la mayoria de ellos en blanco y negro. En los cortijos, las lleguadas, las cuadras de caballos y las bodegas es normal verlos, ya que realizan varias misiones muy valoradas por sus dueños. Siempre están vigilantes, pendientes de lo que hace todo el mundo, son muy buenos para descubrir y matar ratas y ratoncillos pequeños, gracias a su gran paciencia. Cuando ocurre algo fuera de lo normal avisan a toda prisa a su amo, y cuando este acude, el perrillo se acerca meneando el rabo con una agitación desmedida y rozando el lomo por la pierna de su dueño, esperando una caricia como recompensa.
Es increible la naturaleza, es increible la similitud entre la forma de vivir y subsistir de ese perrillo y muchas personas que he conocido a lo largo de mi vida. Se mueven con sigilo, vigilan todo lo que les rodea, informan a su amo de cualquier novedad, se menean como locos cuando le ven llegar y siempre buscan el roce en el lomo como recompensa. Es una forma triste de vida, tener que hacer todo eso para poder llevarse un trozo de pan a la boca, triste para el perrillo, imaginate para el "humano". Pero la costumbre, el autoconvencimiento, la comodidad y la falta de personalidad hacen que tanto uno como el otro se sientan importantes, indispensables e incluso poderosos, aunque tantisimas veces tengan que aguantar las voces y patadas de sus amos.
No creo que tenga que explicar mi dedicatoria especial a tantisimo perro de dos patas, que lo unico que les falta es levantar la patita para mear, porque ladrar si que saben.

2 comentarios:

mimi dijo...

Y QUE LO DIGAS HAY MAS PERROS DE DOS PATAS QUE DE CUATRO

Luisa Arellano dijo...

Huyyyyyyyyy, la de perros con dos patas que hay pegando lametazos a sus dueñossssssssssssss!!!!!!

Bah! pobrecillos vaya vida chunga qué llevan.