jueves, 24 de septiembre de 2009

Mobilette

Es curioso como un olor, una imagen ó incluso un sonido, puede transportarte en espacio y tiempo con tantisima facilidad. Al ojear esta tarde con el ordenador en you tube, me dió por poner mobilette. Encontró varios videos y cuando he oido uno de ellos se me ha puesto el bello empié, he vuelto a ponerlo y cerrado los ojos como quien escucha la mejor melodia. La melodia de una preciosa niñez, de un desconocimiento absoluto de la palabra problema y de una felicidad que no se veia truncada por nada.
He recordado la inocencia, la formalidad, los primeros amigos. Olido a campo, a hierba recien cortada, a tierra mojada y respirado el aliento de las vacas las noches de invierno. He visto por momentos muchos que ya no están, y sentido en lo más adentro que aquello debia de haber durado más, quizas, por eso me veo aun tan infantil. Niñez divino tesoro.
He pasado la barrera de los cuarenta y sigo teniendo las mismas ilusiones que hace veinte. ¿Será para preocuparse?, ¿Cuando iré a pensar en ahorrar, en el futuro, en que voy a hacer dentro de algunos años?. Cuando llegue lo decidiré. Mi filosofia es: Ratito bueno echado no hay quien te lo quite, ya llegarán los malos. Sal, disfruta, vive, aprecia todos los tesoros que te rodean, que si sabes verlos no son pocos.
Tal vez tenga que ver con todo esto, lo que pasó hace ahora mismo, cinco años. Pasé los momentos más malos de mi vida y a la vez, el inicio de los mejores. Eso me hizo madurar y por eso me volvió aun más niño.
En un principio no lo puse, pero ahora si, y con mucho gusto. Esto va dedicado a mi amigo Antonio, por haber estado en esos momentos a mi lado, por entenderme, aguantarme y porque él también recuerda con nostalgia los mobilettes, las puch condor, la formalidad y el olor a hierba cortada frente a su casa.

No hay comentarios: